Valores locales con una referencia de US$ 335 a US$ 340 para el contrato de julio. 

 

La demanda por soja estadounidense contuvo parcialmente la presión negativa sobre el mercado de una tercera gran producción de la oleaginosa en ese país.

En ese balance, los valores parecen haber jugado al empate a la espera de más datos para poder avanzar.

Los modelos marcan para la primera mitad de agosto muy escasos riesgos para el desarrollo de los rendimientos de la soja y por eso varias consultoras influyentes ya han pronosticado una cosecha que supera la última estimación del Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés).

Los futuros en Chicago operan en mínimos desde mediados de abril con dos primeros días de ajuste negativo esta semana seguidos por dos jornadas de moderada recuperación.

Como se preveía, la demanda por soja estadounidense comenzaría a fortalecerse ante la limitada oferta en América del Sur, donde en Brasil ya es muy limitada la disponibilidad mientras en Argentina los productores administran las ventas.

En ese contexto, el contrato de julio –de referencia para la próxima campaña en Uruguay– ha operado en torno a los US$ 350 por tonelada que permitiría valores locales en un rango entre US$ 335-US$ 340 por tonelada sin oferta de parte de los agricultores.

Mientras tanto, las primas en relación a Chicago –la diferencia entre los precios locales y el futuro de referencia en aquel mercado– son atractivos en términos promedio para esta fecha.

Eso ha hecho que algunos productores hayan fijado solamente las primas –sin poner un precio efectivo– a la espera luego de mayores cotizaciones en Chicago aunque el volumen de negocios es limitado.

Es así que los agricultores se concentran en adelantar algunos insumos mientras hay mucha expectativa por la efectiva disponibilidad de semillas para la próxima campaña sin que todavía se haya formado el mercado aunque se descuentan precios mayores al ciclo anterior.