Los sistemas ganaderos dedicados a la cría podrían llegar a reducir sus ingresos 30% en el presente ejercicio productivo al ser comparado con el anterior, debido a la caída de los precios del ganado gordo y su repercusión sobre el valor del ternero. 

A esto se sumó la dificultad que hubo en el mercado para la colocación de vacas gordas.

Está caída en los ingresos, la está marcando la proyección de posibles resultados que realiza el Instituto Plan Agropecuario (IPA), amparado en los datos y el comportamiento de las empresas, obtenidos el año pasado a través de las denominadas "carpetas verdes".

En el ejercicio anterior, los predios dedicados a la cría bovina, medidos en kilos producidos por hectárea, habían crecido, llegando a 104 kilos de carne equivalente por hectárea.

La productividad también se había incrementado 11%, llegando a 87 kilos por hectárea, que fue el mejor valor de los últimos 12 años y 15% superior al valor promedio del período 2001/2013.

Así que, si bien la caída es grande, esta se produce desde el escalón más alto.

Mientras tanto, las empresas de ciclo completo, según la proyección, están evidenciando una caída en sus ingresos de hasta 20%, principalmente por la reducción de los precios (en novillos, vacas y terneros), aseguró a El País el ingeniero agrónomo Carlos Molina, técnico del IPA encargado del monitoreo.

El actual ejercicio económico ganadero está mostrando varias particularidades.

El clima, salvo por el exceso de lluvias durante el verano, fue bastante favorable para la ganadería uruguaya. En ese sentido, el otoño fue muy benévolo permitiendo un buen crecimiento de las pasturas y que las haciendas recuperaran el estado corporal.

"La situación climática puede favorecer alguna mejora en la productividad y esa mejora puede ser un arma que mitigue en parte la caída de los precios", admitió Molina.

Dólar en alza.

Otra de las particularidades de este ejercicio está dada por el comportamiento del tipo de cambio que estuvo a favor de los resultados prediales.

La proyección del IPA está mostrando "un crecimiento cercano a 12% si se analiza el comportamiento del dólar entre julio de 2013 y junio de 2014", señaló Molina.

"Ese aumento permitiría a los ganaderos hacer frente a la suba de los insumos y los servicios en pesos. Los costos en pesos son prácticamente la mitad de los costos de una empresa ganadera, la otra mitad son en dólares", aseguró el técnico del IPA.

Sería esperable que los costos en el presente ejercicio, si se incrementan, lo hagan muy levemente, no superando el 2%.

"Esa también es una particularidad, porque los costos vienen creciendo desde hace 13 ejercicios en forma sostenida y en este ejercicio podría haber alguna reducción en alguna cosa y si hay subas, sería muy menor, ya que solo rondaría el 1% o 2% por el comportamiento del tipo de cambio", según Molina.

El año pasado, los costos en los predios criadores habían crecido 5% y se situaron en US$ 99 por hectárea. Las empresas de ciclo completo llevaban 12 años de suba en sus gastos y se habían situado en US$ 113 por hectárea (sin incluir pagos por arrendamiento e intereses de deuda).

Lo otro que no se esperaba este año era el comportamiento de los precios de los vacunos, los que mostraron un marcado descenso, principalmente en la segunda mitad del ejercicio.

"Si miramos cómo se comportaron los precios de las haciendas vacunas en todo el ejercicio, para el ganado gordo, a partir de septiembre u octubre, el precio este año es menor que el recibido el año pasado entre 3% y 16%", explicó Molina.

Para la reposición, durante todo el ejercicio, los valores fueron inferiores a los del año pasado, con descensos de entre 6% y 15%", según los datos del IPA.

La caída de los precios de la reposición y del ganado gordo, se produce desde valores que fueron históricos.

"No es que estos valores sean de ruina, son precios históricamente altos. El problema es que los costos venían empujando al alza y la caída de los precios, a algunos sistemas les puede reducir el margen de ganancia en mayor medida, dependiendo de cómo sea su sistema productivo", explicó Molina.

Al analizar cómo se comportaron los precios de las haciendas vacunas en todo el ejercicio, el IPA mostró que para el ganado gordo, a partir de septiembre u octubre, el precio este año es menor que el recibido el año pasado entre 3% y 16%.

Para la reposición, durante todo el ejercicio, los valores fueron inferiores a los del año pasado, entre 6 y 15%.

La otra particularidad, en parte asociada a los precios, ha sido que hubo dificultades de comercialización y el ejemplo más conocido es el de la vaca gorda, un hecho que no pasaba en los ejercicios anteriores donde se vendía todo.

De hecho, las gremiales agropecuarias han planteado el problema al gobierno y este ha tomado cartas en el asunto.

Incluso, Presidencia de la República investiga un presunto acuerdo entre frigoríficos para bajar la faena y de esa manera los precios.

"Las dificultades de colocación perjudican mucho a un predio que tiene los ganados prontos y no los puede ubicar, porque es una complejidad desde el punto de vista productivo, pero también desde el punto de vista financiero", reconoció Molina.

En consecuencia, las empresas agropecuarias precisarán en este ejercicio más kilos de ternero y de novillo frente al ejercicio pasado para comprar los mismos insumos.