La escasez de oferta de ganado gordo bien preparado se acentúa y los precios suben. La industria acorta las entradas y comienza a impacientarse porque se le hace difícil mantener los niveles de faena; muestra interés por todas las categorías. 

Por ahora el invierno es bastante benévolo, pero hace rato que las heladas se hacen sentir sobre los campos. La oferta de ganado gordo comienza a reducirse más abruptamente y eso hace mover los precios hacia adelante.

Los frigoríficos muestran mucha avidez por todas las categorías, siempre por ganados bien preparados y el faltante hará difícil que puedan mantener el nivel de faena de semanas atrás.

"Los precios corrigen al alza, principalmente para ganados especiales que son los más escasos hoy. Los productores que esperaron hasta ahora para vender sus ganados tienen pretensiones de precios que todavía el mercado no las contempla", aseguró a El País el consignatario Gustavo Basso.

Para los consignatarios, la caída brusca de la oferta que se está registrando en estos días estaba adentro de lo previsto y si los temporales siguen, "el poco ganado de campo que va quedando comenzará a resentirse y habrá una pérdida de posibilidades de faena de esos ganados que no se mataron en tiempo y forma", sostuvo el operador. Como referencia de valores se habla de entre US$ 3,35 y US$ 3,40 por kilo de carne para los novillos especiales y las vacas se están pagando entre US$ 2,90 y US$ 2,95 (siempre para las pesadas). Por otro lado, en Brasil, el novillo gordo en Rio Grande do Sul ya cotiza a US$ 4,4 (carcasa), aunque Brasil no cuenta con varios de los mercados a los que accede la carne bovina uruguaya.

La colocación de vacas, que semanas atrás estaba algo complicada, hoy comienza a mostrar señales de agilidad, hay plantas que están cargando antes de una semana.

Sin embargo, las vacas con carcasas más livianas aún siguen sin tener una preferencia en la colocación y en esos casos puede haber ingresos más largos. Basso, al igual que muchos otros operadores, asegura que este año "vamos a pasar a un período de post zafra bastante prolongado, esperando que las nuevas gorduras empiecen a hacerse sentir y que los precios del ganado comiencen a hacerse atractivos para la concreción de negocios para la gente que ha hecho inversiones y que va a esperar los ganados hasta agosto, si es necesario".

"Con las cargas que se ven y las heladas fuertes, la condición corporal del ganado comenzará a caer. Todavía está bien", aseguró a El País Danilo Bartaburu, técnico de la Regional Norte del Instituto Plan Agropecuario.Mientras tanto, en el norte del país, las cargas de los campos siguen altas, un problema que desvela a productores y técnicos.

También hay excepciones, porque hay predios que trabajan con sus cargas al límite y en esos casos sí se ve ganado sentido. "Por un lado, el envío de haciendas a frigorífico y todos los negocios se vieron enlentecidos y eso provocó que el ajuste de cargas que se hace antes del invierno se demorara", explicó el técnico. Ese retraso hace que los campos estén más cargados.

Por otro lado, los predios del norte, los más frágiles en cuanto a producción de materia seca, ya venían manejando cargas altas desde años anteriores, aprovechando que el clima acompañó bastante la producción de forraje.

Según Bartaburu, "los campos comenzaron a disminuir su producción de forraje" y el panorama se puede complicar.

El técnico del IPA recomendó a los productores "no entrar al invierno con cargas demasiado excesivas" y explicó que se debería "suplementar las categorías como los terneros de destete y eventualmente las vaquillonas sobre año, para asegurarse llegar al entore en la próxima primavera". En el resto de las categorías, las cuentas son muy finas y dependerán de cada establecimiento.